Y vio Dios sus obras, que se volvieron de su mal camino, de la seguridad de sus transgresiones manifiestas de la voluntad del Señor; y Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría; y no lo hizo, dejando que su misericordia guiara sus acciones en lugar de una justicia severa e inmutable. Así como Dios perdonó a Nínive cuando sus habitantes se volvieron a Él en arrepentimiento, así Él está listo para mostrar misericordia a todos aquellos que dejan a un lado su obstinada impenitencia y le suplican perdón.

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