El Señor es justo, justo en su trato con la ciudad rebelde; porque me he rebelado contra su mandamiento. Escuchen, les ruego, a todos, y contemplen mi dolor, ya que ella siente la necesidad de simpatía; mis vírgenes y mis jóvenes han sido enviados al cautiverio, hecho que muestra el clímax mismo de sus aflicciones.

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