Ciegos o rotos, es decir, rotos o mutilados, con alguna incisión o herida profunda, o con un wen, una llaga supurante o escorbuto, una erupción como la lepra, o con costra, con una enfermedad de la piel pútrida, no ofreceréis estos al Señor, ni ofrecerá de ellos ofrenda encendida sobre el altar al Señor.

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