Y caminaré en libertad, no estrecho, sino en un espacio que permita la libertad de movimiento, que es la condición en la que se encuentran todos los hijos de Dios al seguir los preceptos de su santa voluntad, no en la estación de los esclavos obligados a hacerlo. obedecer, pero en el de los niños felices de obedecer; porque busco tus mandamientos.

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