Los soberbios, los arrogantes y los burladores frívolos, como los que siempre se encuentran donde los verdaderos hijos de Dios están siguiendo los preceptos de la santa voluntad de Dios, me han tenido en gran escarnio; sin embargo, no he rechazado Tu Ley, de hecho, tal burla hace que el creyente se aferre más estrechamente a la Palabra de Dios.

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