Alabado sea el gobernante del mundo como protector de su pueblo.

Todo este salmo es un llamado a la alabanza viva y gozosa de Dios por sus maravillosos y gloriosos atributos y obras, tal como se manifiestan en la creación, y por su providencia general y especial, en vista de la cual el salmista, en nombre de todos los creyentes, profesa confianza y alegría e invoca la misericordia de Dios.

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