Seguramente la ira del hombre Te alabará, obligado finalmente a tender a la glorificación de Jehová, obligado, en su propio pesar, a mostrar la gloria de Dios en su propia ruina; reprimirás el resto de la ira, o, mientras te ciñas con el resto de la ira, es decir, después de que los hombres hayan agotado su ira contra Jehová, Él hace uso de Su reserva de ira divina, siendo el resultado el derrocamiento completo de todos enemigos, como se muestra arriba. El salmista, por tanto, se dirige al pueblo del Señor en una amonestación final.

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