Y Judá también peleará en Jerusalén, la Iglesia misma participando en la guerra contra los enemigos que amenazan su vida; y se juntarán las riquezas de todas las naciones de alrededor, los tesoros del enemigo, sus posesiones más preciosas, serán tomadas por la Iglesia, oro y plata y vestidos, en gran abundancia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad