Cada uno contribuyendo con su parte

1 Corintios 12:20

Es evidente que la mano y el pie se necesitan mutuamente; pero la misma interdependencia marca las partes más débiles y humildes de nuestro marco. De hecho, parecería que les otorgamos un honor más abundante al cubrirlos con ropas u ornamentos. De esta manera se nivelan y compensan las partes menos importantes de nuestra naturaleza.

El objetivo del Apóstol a lo largo de este pasaje es reforzar la interdependencia de los creyentes. Uno da a los demás aquello en lo que son deficientes, y recibe ayuda de cada uno de ellos a su vez. La Iglesia cristiana no es una masa inerte de meros aprendices y sujetos que deben ser enseñados y gobernados con autoridad por una pequeña fracción de sus miembros. Es una gran sociedad cooperativa, en la que cada uno es para todos y todos para cada uno, y el objetivo es traer a Cristo a cada departamento de nuestro ser y nuestra comunión, como la sangre vital nutre el cuerpo del hombre.

Últimamente se ha utilizado una nueva palabra para expresar la interdependencia y los intereses mutuos de los hombres y las naciones; y nada podría describir mejor el ideal del Apóstol que esa palabra solidaridad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad