A partir de esta declaración del caso, el profeta pasó al pronunciamiento del juicio. Esto lo hizo adoptando la figura de la trompeta levantada a la boca, en la que sonaron cinco toques, en cada uno de los cuales se expuso algún aspecto del pecado del pueblo como revelador del motivo del juicio.

La primera explosión declaró el juicio venidero bajo la figura de un águila, la razón fueron las transgresiones y transgresiones del pueblo.

La segunda explosión enfatizó el pecado de rebelión de Israel en el sentido de que habían establecido reyes y príncipes sin la autoridad de Jehová, y habían hecho ídolos.

La tercera explosión se refirió a la idolatría de Israel. Ella había levantado el becerro de Samaria, que Jehová había desechado y quebrantado. Ella había sido culpable de sembrar el viento, es decir, el vacío; y por lo tanto debe cosechar el torbellino, es decir, la fuerza del vacío.

La cuarta explosión anunció las alianzas de Israel. Ella había ido a Asiria como un asno salvaje, sola, y su juicio fue que su salario entre las naciones había resultado en disminuirla.

La quinta explosión llamó la atención sobre los altares del pecado que se habían levantado en contra de la luz y por los cuales se había violado el sacrificio y, por lo tanto, se anunció el juicio.

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