Esta es una canción de la confianza y el atractivo del cantante en circunstancias de la descripción más difícil. Es perseguido por enemigos, algunos de ellos violentos y crueles. La base de su ataque parecería ser algún cargo de fechoría que cometieron contra él. Él niega con vehemencia la acusación y clama a Jehová por vindicación, que cree firmemente que el Dios que prueba el corazón de los hombres seguramente concederá.

En la primera parte del salmo se cuenta la historia de la necesidad personal. La crueldad del enemigo es el motivo de su apelación. Sigue la declaración de inocencia personal. Si los cargos fueran ciertos, entonces los juicios más severos serían justos. Son falsas, como Dios es testigo. Entonces, que Jehová se presente a favor del inocente contra el culpable.

Luego sigue la afirmación general de la equidad de Dios sobre la que el cantante construye su confianza. Dios es justo. El camino de la maldad no puede prosperar. Crea su propia destrucción. El hoyo cavado es la tumba del hombre que lo cava. La travesura y la violencia meditadas regresan como retribución al malhechor. El salmo es un cántico de confianza en el reino de Dios en equidad sobre todos los hombres, y la consecuente certeza de que la inocencia será reivindicada en este caso particular. La acción de gracias es conforme a la justicia de Jehová.

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