“Y tú, hijo de hombre, profetiza y di: Así ha dicho Jehová el Señor acerca de los hijos de Amón, y acerca de su oprobio”.

Dios ahora dirige Su atención a los hijos de Ammón y la forma en que reprocharán y se burlarán de la Jerusalén derrotada, y planearán infligirles miseria. Ellos también sufrirán un desastre. Entre estas pequeñas naciones existía una relación continua de amor y odio.

"Y decir,

'Una espada, una espada se desenvaina para la matanza, se pule.

Para hacerla devorar, para que sea como un relámpago.

Una vez más tenemos un canto de guerra, esta vez representado como cantado por Ammón, porque les llega la orden de envainar su espada ( Ezequiel 21:30 a) para esperar el juicio de Dios.

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