Y él (Dios) dijo: “¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que te mandé que no comieras? '

El hombre, por supuesto, siempre había sabido que estaba físicamente desnudo, pero eso no había sido importante. Esta pregunta es más profunda. Hay algo en el hombre que lo ha llenado de vergüenza consciente, que le ha hecho temer que Dios lo mire. El hombre se avergüenza de su desnudez interior, que lo revela como alguien que le ha fallado a Dios, como alguien que se ha rebelado contra Dios, como alguien que ha cedido débilmente ante aquel de quien era responsable.

Dios es consciente de lo que el hombre quiere decir, sabe que solo hay una cosa que podría haberlo llenado de este sentimiento de vergüenza y decide inmovilizarlo y hacerle admitir toda la verdad. "¿Has comido del árbol del cual te mandé que no comieras?" Si ha de haber un remedio, la lección primero debe llevarse completamente a casa.

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