"Pero al día siguiente dejaron a los jinetes para que lo acompañaran, y regresaron a la fortaleza, y cuando llegaron a Cesarea y entregaron la carta al gobernador, también le presentaron a Pablo".

A partir de ese momento, se consideró que la escolta completa ya no era necesaria y los jinetes continuaron con Paul, mientras que la infantería regresó a la fortaleza. Una vez que la caballería llegó a Cesarea, entregaron la carta y también a Pablo.

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