"De cierto os digo que el que no reciba la regla real de Dios de la misma manera que un niño, no entrará en ella".

Y luego agrega un dicho solemne, como lo demuestran sus palabras de apertura, el solemne 'de cierto os digo' que aparece solo siete veces en Lucas. Y el punto de Su dicho es que cualquiera que reciba la Regla Real de Dios debe hacerlo de la manera lista y voluntaria en que lo hace un niño. Porque no hay otra forma de recibirlo. Estos niños no tendrían complejos acerca de obedecer a Dios, lo verían como lo correcto (aunque a veces lo olviden de improviso). Son solo los adultos (mayores de once años) cuyos corazones, como el del joven rico en la siguiente historia y el fariseo en la historia anterior, se endurecen contra la obediencia a Él.

Los argumentos sobre si recibir la Regla Real de Dios se refiere a la Regla Real actual, presente en Jesús, o la futura Regla Real celestial son innecesarios. Es el concepto completo de la capacidad de respuesta de los corazones hacia Dios lo que está en mente, y eso incluye tanto a este mundo como al próximo.

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