"Y no quiso por un tiempo, pero luego dijo dentro de sí mismo"

Por un tiempo, el juez ignoró sus súplicas, posponiendo su caso y esperando que se fuera. Pero cuando ella siguió acudiendo a él continuamente, él cedió. Reconoció que ella no solo se iba a ir y que lo mejor que podía hacer para obtener una vida tranquila era atender su pedido. Su persistencia había triunfado.

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