Job 19:26

La felicidad del cielo es el Dios que ve; y debido a que nuestro Señor y Salvador es Dios encarnado, ver a Cristo era para los hombres fieles una especie de cielo sobre la tierra; y perderlo de vista, como lo hicieron en Su Pasión, fue como ser desterrado del cielo.

I. La visión de Dios fue la misma bendición que Adán perdió en el Paraíso, y que la pobre naturaleza humana caída, en la medida en que no es del todo corrupta, siempre ha estado sintiendo y anhelando. Adán, oprimido y alejado en su mente por el pecado, se escondió de la presencia del Señor Dios entre los árboles del huerto, y fue expulsado de la visión más cercana de Dios; pero tanto él como su posteridad conservaban todavía una conciencia ciega de lo que habían perdido y una esperanza ciega de recuperarlo.

Todos los santos antes del tiempo de la primera venida de nuestro Señor en la carne miraban por fe la felicidad de ver a Dios. Los apóstoles y los que estaban a su alrededor cuando Él vino disfrutaron durante su vida de ese privilegio que Job tuvo que esperar hasta que llegó al otro mundo.

II. Los apóstoles y los discípulos tenían algo que les faltaba para su gozo: vieron y tocaron a Cristo exteriormente, pero todavía no se habían hecho miembros de él. Somos miembros de su cuerpo, pero aún no lo vemos. Estas dos cosas, que ahora están separadas, se unirán en el otro mundo; y estando unidos, nos harán felices para siempre.

III. Hasta ahora hemos visto a Jesucristo, por así decirlo, con los ojos de otros hombres; pero viene la hora en que lo veremos por nosotros mismos. Se nos aparecerá a cada uno de nosotros con un semblante diferente según como nos hayamos comportado con Él aquí. Así como lo vemos entonces, en ira o misericordia, así será para nosotros por los siglos de los siglos; y su rostro será conforme a nuestras obras.

Sermones sencillos de los colaboradores de "Tracts for the Times" vol. viii., pág. 87 (ver también J. Keble, Sermones para el año cristiano: Pascua al día de la Ascensión, págs. 14-24).

Referencias: Job 19:26 ; Job 19:27 . J. Keble, Sermones para el año cristiano: Adviento a Nochebuena, pág. 117. Job 19:28 . Spurgeon, Sermons, vol. ix., No.

505 y vol. xxvii., No. 1598. Job 19 S. Cox, Expositor, primera serie, vol. vii., págs. 264, 321; Ibíd., Comentario sobre Job, pág. 230.

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