Job 4:13

I. Considere el espectro en sí y su apariencia. (1) Fue producido por una semejanza de estado moral. Fue un momento de reflexión. Pero esto no transmite toda la idea del pasaje. La palabra hebrea que se usa aquí para el pensamiento proviene de una raíz que significa las ramas de un árbol, y se ha traducido "en las alturas de los bosques del pensamiento". La mente deambulaba asombrada; el camino laberíntico extendido por todas partes; la mente recorrió los senderos oscuros.

(2) El miedo anticipó la visión. El miedo abre los barrotes de la habitación y admite el espectro a nuestra presencia. Nuestro mundo es una casa llena de miedos, porque la Caída nos ha sacado a la noche, lejos de Dios.

II. Observe, a continuación, la pregunta. La pregunta del fantasma toca de manera muy apropiada y comprensiva todo el tema también del libro de Job. (1) Qué tan grande es el campo de pensamiento que cubre el mensaje. Es la afirmación de la pureza y universalidad de la Divina Providencia. Surgiendo del pequeño círculo de intereses, más allá de los límites de nuestro tiempo, el espíritu sugiere el barrido de la Providencia. (2) Pero la pregunta del fantasma tenía otro departamento: estaba dirigida a la debilidad del hombre.

Considera a Dios, pero considérate tu pequeñez, tu estrechez, la esfera limitada de tu visión. Estos dos pensamientos se enfrentan entre sí con aspectos mudos de desesperación y poder. Esto es todo lo que dirán: el hombre es débil, Dios es fuerte; Dios es omnipotente, el hombre está indefenso. (3) Hasta ahora, el fantasma solo aplastado; no era el propósito del espectro hacer más. Le hizo al hombre la pregunta que tenía su raíz únicamente en la voluntad eterna e ilimitada. Se refirió todo a Dios. Pero el mensaje del fantasma, sin duda, incluía el siguiente capítulo, que debía leerse junto con él.

III. El fantasma sigue haciendo esta pregunta: "¿Será el hombre mortal más justo que Dios?" Nuestra época está desconcertada por las mismas perplejidades que alarmaron a Job y sus amigos. Es de Dios mismo de quien el hombre deriva los terrores que lo asustan. La alarma, el miedo, el asombro, la miseria moral son la afirmación de lo Divino dentro del alma. Para la conciencia alarmada ahora Dios viene por el Salvador, no por una aparición.

La conciencia se calma en medio de sus mayores terrores por la "sangre rociada" y por las brisas nocturnas de Getsemaní. De las tinieblas del Calvario llega un consuelo para disipar todos los espíritus malignos y los miedos nocturnos.

E. Paxton Hood, Dichos oscuros en un arpa, pág. 261.

Referencias: Job 4:15 . H. Melvill, Sermones sobre hechos menos destacados, vol. ii., pág. 60. Job 4:18 . E. Monro, Practical Sermons, vol. i., pág. 1. Job 4 AW Momerie, Defects of Modern Christianity, pág.

93. Job 4-5 S. Cox, Expositor, primera serie, vol. iv., pág. 321; Ibíd., Comentario sobre Job, pág. 76. Job 5:6 ; Job 5:7 . Preacher's Monthly, vol. iv., pág. 314.

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