Juan 11:15

Cinco paradojas

En el único verso de nuestro texto encontramos nada menos que cinco paradojas. Se revelan en las palabras, pero se interpretan en las obras de Jesús mismo. Si su fuerza y ​​significado se estudian cuidadosamente, ayudarán a comprender muchos misterios en los tratos providenciales de Dios.

I. En la vida de un creyente inteligente, el gozo a veces surge del dolor. Ésta es la forma más baja de la verdadera experiencia cristiana. Significa ni más ni menos que nuestra leve aflicción, que es sólo por un momento, producirá un peso de gloria mucho más excelente y eterno.

II. La ventaja de uno a veces se esconde bajo las pruebas de otro. Aquí se pueden sugerir dos inferencias. (1) Cuando estamos en la más profunda aflicción, es muy posible que nuestro dolor sea enviado en alguna medida para beneficio de otros. (2) Cuando otros están afligidos, es posible que estén sufriendo por nuestro bien.

III. El aumento del dolor de un cristiano a veces lo alivia. La enfermedad de Lázaro puede tomarse por una simple molestia o aflicción; pero la muerte positiva de Lázaro, especialmente después de que descubrimos que el Señor lo sabía todo cuarenta y ocho horas antes, abre nuestros ojos para ver que la sabiduría divina tiene las riendas inquebrantables. Un gran dolor, con un propósito en él, es más fácil de soportar que uno más pequeño que parece no tener ningún objetivo ahora y no promete ningún beneficio en el futuro.

IV. En la experiencia del verdadero creyente, a veces se emplea la duda para profundizar la confianza. La perplejidad terrenal es una disciplina celestial. La manera de hacer que un cristiano descuidado sea cuidadoso es aumentar Sus preocupaciones. La manera de hacer que la fe sea segura e inquebrantable es hacer grandes demandas sobre ella mediante la aparición de la duda.

V. La desesperanza y el desamparo absolutos son las condiciones de la esperanza y la ayuda. En todas nuestras experiencias desconcertantes, mientras el dolor sigue aumentando, Jesús intencionalmente se mantiene alejado, de modo que toda nuestra reserva de dependencias humanas se agota. Cuando el caso se vuelva desesperante, podemos estar seguros de que ha partido hacia Betania y pronto estará aquí para nuestro alivio.

CS Robinson, Sermones sobre textos desatendidos, pág. 90.

Referencias: Juan 11:15 . TM Herbert, Sketches of Sermons, pág. 220. Juan 11:16 . Revista del clérigo, vol. iii., pág. 295; J. Foster, Christian World Pulpit, vol. xii., pág. 24; W. Raleigh, El camino a la ciudad, pág. 206.

Juan 11:21 . Revista homilética, vol. xiii., pág. 140; W. Simpson, Christian World Pulpit, vol. xiii., pág. 312; JEC, Welldon, Ibíd., Vol. xxvi., pág. 280.

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