Note uno o dos de esos sacrificios aceptados que de vez en cuando se han establecido en nuestro mundo, y que el Espíritu Santo ha registrado para nuestra humillación, nuestro consuelo y nuestra felicidad ...

I. El arrepentimiento de David fue el arrepentimiento de un hijo caído de Dios. —Si podemos decir que la confesión de David fue la causa de su perdón, nuestro consuelo, en un sentido más verdadero, podemos decir que el perdón de David fue la causa de su arrepentimiento. No fue otra que la fuente del amor perdonador de Dios que abrió la fuente de un espíritu arrepentido.

II. El caso de Manasés,

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