Y lo mojó en un panal de miel y se llevó la mano a la boca.

La miel de la Palabra de Dios

Había tres tipos de miel:

1. Lo que hicieron las abejas.

2. Lo que fue destilado de los árboles.

3. El que se elabora a partir de jugo de uva y se exporta en gran parte.

El tipo que comió Jonathan fue sin duda el producto de la abeja melífera. Esta miel tuvo un efecto maravilloso en Jonathan. "Le iluminó los ojos"; fortaleció su cuerpo de modo que desapareció el desmayo que producía la falta de visión. La Palabra de Dios es nuestra miel. La provisión es abundante, como la miel en abundancia salvaje en los bosques en los que entró Jonatán. Es dulce. Da fuerza. Sobre todo, tiene un poder esclarecedor.

1. La Palabra de Dios ilumina el intelecto. La Biblia es el gran libro escolar de Dios para el hombre.

2. Ilumina el sentido moral. La aguja de la brújula debe estar magnetizada para que apunte siempre hacia el norte; el reloj debe ser puesto por el sol, si ha de dar la hora correcta; de modo que la conciencia, para apuntar siempre hacia el cielo, debe estar bajo la influencia de las Escrituras.

3. Trae luz a los ojos que se han oscurecido por el dolor.

4. Revela el mundo en su verdadera luz.

5. Revela la verdadera naturaleza del pecado.

6. Revela al Salvador del pecador: el Salvador vivo, crucificado, resucitado, que intercede y justifica. Recojamos tres o cuatro sugerencias prácticas: - La miel de la Palabra de Dios es gratis y se adapta a todos. Nunca pierde su dulzura ni su poder refrescante. Es bueno comenzar cada día con una probada. Es miel desperdiciada si no la ingieres. ( TL Cuyler, DD )

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