Porque el terrible es reducido a nada

Los burladores y su castigo

Observa cuál había sido la maldad de estos burladores, por lo que debían ser eliminados.

1. Se burlaron de los profetas y de los serios profesores de religión. Los despreciaron e hicieron todo lo posible por despreciarlos; eran escarnecedores, y se sentaron en la silla de los escarnecedores.

2. Se lanzaron a la pesca para una ocasión en su contra. Por medio de sus espías vigilan la iniquidad, para ver si pueden apoderarse de cualquier cosa que se diga o se haga que pueda llamarse iniquidad. O ellos mismos esperan la oportunidad de hacer daño, como lo hizo Judas para traicionar a nuestro Señor Jesús.

3. Se aprovecharon de ellos por el menor desliz de la lengua; y si nunca se dijo algo tan poco mal, les sirvió para fundamentar una acusación. Hicieron un hombre, aunque nunca fue un hombre tan sabio y bueno, aunque fue un hombre de Dios, un ofensor por una palabra, una palabra mal elegida o fuera de lugar, cuando no podían sino saber que estaba bien intencionada. Se quejaban de cada palabra que los profetas les hablaban a modo de administración, aunque nunca tan inocentemente y sin ningún propósito de afligirlos. Le dieron la peor construcción a lo que se dijo y lo criminalizaron con insinuaciones forzadas.

4. Hicieron todo lo que pudieron para traer problemas a aquellos que los trataron fielmente y les contaron sus faltas. Aquellos que reprenden en las puertas, es decir, los reprobadores por oficio, que estaban obligados por el deber de su lugar como profetas, jueces y magistrados a mostrar a la gente sus transgresiones, los odiaron y les pusieron lazos. Es casi imposible para los más cautelosos colocar sus palabras con tanta cautela como para escapar de tales trampas.

5. Pervierten el juicio y nunca permitirán que un hombre honesto lleve una causa honesta; ellos “desvían al justo por nada”, es decir, lo condenan, o dan la causa en su contra sin evidencia, sin color o pretensión alguna. Atropellan a un hombre y lo tergiversan con todos los pequeños actos y trucos que pueden inventar, como hicieron con nuestro Salvador. Pero espere un poco, y Dios no solo sacará a luz su justicia, sino que cortará y consumirá a estos burladores. ( M. Henry. )

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