No habrá león allí

Animalidad humana

I. PUEDE POSEER NATURALMENTE ALGO DE LA NATURALEZA ANIMAL. Que el hombre por naturaleza tenga deseos y pasiones animales no es culpa suya, ni es una desgracia para el poseedor si estos se heredan en proporción armoniosa con las propensiones mentales y espirituales. Todos son del Creador Divino. Todos son esenciales para el disfrute y el desarrollo simétrico del hombre. El Creador no desperdicia material. Así como el reloj no contiene resortes, ruedas, engranajes o tornillos innecesarios, así cada pasión, emoción, afecto, desde el más bajo hasta el más alto, como proveniente de Dios, es importante.

II. Cuando la naturaleza animal es alimentada y fortalecida con descuido y a expensas de otras facultades y tendencias superiores de la estructura humana, entonces el animal aparece en una gran variedad de formas.

III. EL HOMBRE ES RESPONSABLE DEL TRATAMIENTO DE SU NATURALEZA ANIMAL. No debe ser crucificado ni exterminado por completo, sino que debe mantenerse en subordinación, sujeto al gobierno mental y espiritual. Algunos, por naturaleza, tienen mucho más con lo que lidiar en esta línea que otros. La primera naturaleza, el animal, puede transformarse en la "segunda naturaleza", el hombre; y si se hace "una nueva criatura en Cristo Jesús", tal debe ser necesariamente el resultado. ( WG Thrall. )

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