Te he hecho hoy una ciudad defendida, etc.

Una fortaleza segura es Dios

Aunque estés expuesto a persecuciones y diversas humillaciones, no prevalecerán contra ti. A sus ataques serás como ciudad inexpugnable; tan inquebrantable como una columna de hierro; y tan imperecedero como un muro de bronce. Por tanto, nadie puede tener menos motivos que tú para aprehender el peligro. El asunto, en el caso de Jeremías, probó la veracidad de esta promesa; sobrevivió a todos sus insultos; y vio a Jerusalén destruida, ya sus enemigos y a los enemigos del Señor llevados al cautiverio. ( Adam Clark. )

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