Amad al Señor todos sus santos.

Amor restrictivo

Ama a Jehová, así dice el texto. Dios Padre exige vuestro amor y lo merece, sí, el más cálido afecto de vuestros corazones. Y también el Hijo que os redimió; y el Espíritu Santo, por quien nacemos de nuevo para vida eterna. Pero hablamos, ahora, sólo del Señor Jesucristo, y de Él decimos: "Ama al Señor, todos", etc.

I. Este sentimiento debería animar todas las mentes.

1. Ama al Señor porque Su Padre lo ama. Siempre debe ser correcto que amemos a quien Dios ama.

2. Los ángeles lo aman. Pero, ¿amarán al que nunca los redimió, y nosotros, a quien él redimió con su sangre preciosa, no le amaremos?

3. Los santos en el cielo lo aman. Tenemos muchos amigos, muy queridos por nosotros, allí, y todos lo aman. Y con qué intenso amor. Somos criaturas frías; como icebergs son nuestros corazones, pero los suyos son como llamas de fuego. ¿No lo amaremos cuando pensamos en cómo lo aman ellos?

4. Todo lo que pueda enamorar nuestras almas y constreñir nuestro amor se encuentra en Él. ¿Atrae la belleza? Pero, ¿qué belleza se puede comparar con la suya? Sabiduría, pero ¿quién es como el suyo? Carácter perfecto, pero ¿dónde como el suyo? Era imposible conocer a Cristo y, sin embargo, no tener el corazón afectado por Él.

5. Y sobre todo, "porque él nos amó primero". Piense en Su Encarnación, Su agonía, Su cruz. Piensa en cómo te amaba cuando estabas pecando. Cómo, después de recibirte, te ha amado desde entonces, y qué mala recompensa has hecho.

II. Las excelencias de amar a Jesús.

1. Te hará sobrellevar el sufrimiento por Él con gozo.

2. Y gozoso también vuestro servicio.

3. Y dulce obediencia.

4. Y comunión.

5. El amor a Cristo facilitará la confianza. Mire el amor del niño por su madre, y debido a él, incluso en medio del peligro, no tiene miedo. Pero tú que nunca lo has amado, debes confiar en Él primero, entregar tu alma en Sus manos. Cree y vive. ( CH Spurgeon. )

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