Y escucha la súplica de tu siervo y de tu pueblo Israel, cuando oren hacia este lugar; y oye desde los cielos tu morada; y cuando oigas, perdona.

Ver. 30. Y escucha, etc. ] Estas repeticiones de las mismas peticiones, argumentan la mayor seriedad.

Y cuando escuches, perdona, ] qd, cualquier otra cosa que nos niegues, concédenos perdón; sí, perdona el pecado de nuestras oraciones; porque cuando hemos orado por el perdón de los pecados, hemos tenido que volver a orar por el perdón de nuestras oraciones; tal manantial y sumidero de pecado hay dentro de nosotros.

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