Y como él hacía año tras año, cuando ella subía a la casa del SEÑOR, así la irritaba; por eso lloró y no comió.

Ver. 7. Y como lo hacía año tras año. ] Su bondad para con ella así continuada, incita el espíritu de la petulante Penina, a quien no pudo silenciar, para reprenderla con su esterilidad, alardeando así de su propia fecundidad, no de otra manera que si la tuviera por sí misma, y ​​no por el Señor.

Cuando subió a la casa del Señor, la provocó. ] Luego la provocó, cuando podía hacer su mayor daño, es decir, en el momento mismo de orar y ofrecer sacrificio al Señor, cuando debería haber estado más alegre y libre de toda inquietud. Con todo y que implieth, dice una grave expositor, una que ella le echó en cara la inutilidad de su búsqueda de Dios tan intensamente en esos momentos para un niño.

Pedro Mártir nos habla de algunos que, por la provocación de Penina, comprenden que la instó a orar a Dios, que sólo tiene poder para hacer fecunda a una mujer. Pero si Penina puso a Ana en su oración, fue simplemente por accidente: como ella que llamó a Mónica, la madre de Agustín, Meribibula, a modo de reproche, la hizo más cautelosa y abstinente.

un Sr. Jackson.

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