Entonces Saúl dijo a David: Bendito seas, hijo mío David; tú harás grandes cosas y también prevalecerás. David siguió su camino y Saúl volvió a su lugar.

Ver. 25. Ambos haréis grandes cosas. ] Faciendo facies. Los Tigurines lo traducen, Et facies et omnino perficies, tú harás la escritura y la coserás a fondo, como solemos decir. Y así hizo David más que todos los que le precedieron; de modo que en sus días, y en los de su hijo Salomón, ese reino estaba en su punto álgido ακμη, pero no gracias a Saúl, quien verdaderamente lo predijo, pero maliciosamente se opuso a él al máximo.

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