Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis, porque no juzgáis por hombre, sino por Jehová, que está con vosotros en el juicio.

Ver. 6. Y les dijo a los jueces. ] Él les dejó su lección: y es tal, seguramente, que merece no solo ser escrita en letras de oro en todos los asientos de la judicatura y en todas las casas de los jueces, sino también ser grabada en las tablas de sus corazones.

Presten atención a lo que hacen. ] Carete vobis, cavete populo, hazlo todo deliberadamente y con un buen consejo: mirar bien a tu alrededor.

Porque no juzgáis por el hombre, sino por el Señor. ] Non tam mei quam Dei estis vicarii: Es a Dios a quien representas. Mirad, pues, que lo hagáis digno de Dios, y que no lo expreséis al mundo como un juez corrupto y torcido.

Quién está contigo en el juicio. ] Como señor supremo. Es como si Josafat hubiera dicho: No puedo montar en circuito contigo, pero Dios puede y lo hará. Los jueces etíopes siempre reservaron el lugar principal en el tribunal vacío para Dios; de cuya presencia estaban persuadidos, aunque no le vieron.

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