Y entró [uno] e informó a su señor, diciendo: Así y así ha dicho la sierva que es de la tierra de Israel.

Ver. 4. Y uno fue y se lo dijo a su señor. ] Dijo al rey de Siria, quien luego envió al rey de Israel, por su amor a Naamán, a quien no menospreció, aunque era leproso; ni las palabras de la moza, aunque sea una cautiva.

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