Y cuando el siervo del varón de Dios se levantó de mañana y salió, he aquí un ejército rodeó la ciudad con caballos y carros. Y su criado le dijo: ¡Ay, señor mío! como haremos

Ver. 15. ¡Ay, señor mío! como haremos ] Vox desperantis. Carne y sangre en un exigente lo da todo por perdido. La infidelidad limita el poder ilimitado de Dios y la misericordia sin fondo: esto es una especie de arrebatar al Todopoderoso. Esperanza por encima de la esperanza. Qui nil potest sperare, desesperet nihil.

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