Porque cuando entraron en la casa, él se acostó en su cama en su dormitorio, y lo golpearon, lo mataron y lo decapitaron, y le tomaron la cabeza y los recogieron por la llanura toda la noche.

Ver. 7. Se acostó en su cama. ] No temiendo ningún peligro. Tenemos tanta necesidad de entregarnos a Dios, cuando vayamos a nuestro descanso, que ya sea que vivamos o muramos, seamos suyos.

Lo golpearon y lo mataron. ] Así la harta y la borrachera matan el alma, dice Hugo, del durmiente espiritual; quitando su corazón. Os 4:11

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