Y llevaron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset hijo de Saúl, tu enemigo, que buscaba tu vida; y el SEÑOR ha vengado hoy a mi señor el rey de Saúl y de su descendencia.

Ver. 8. He aquí la cabeza de Is-boset. ] Hacen una oración plausible, pero no cumplen su propósito. Recomiendan su propio acto a David: (1.) A iucundo, de alegría, He aquí la cabeza de tu enemigo; ¿Y qué vista más agradable que ésta? (2.) Ab honesto, sinceramente, no lo hicimos sin el Señor, que nos puso a trabajar para vengar a mi señor el rey, etc. (3.) Ab utili, de la utilidad, Porque ahora que tu enemigo es eliminado, reinarás solo sin un rival. Así estos miserables retórican, y todos insinúan; que todavía no sería.

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