Puede darle cuarenta azotes, [y] no exceder; no sea que, [si] se exceda y lo golpee más allá de estos con muchos azotes, entonces tu hermano te parezca vil.

Ver. 3. Debería parecerte vil. ] Hay un honor para todos los hombres, 1 P. 2:17 y aunque debemos odiar el pecado, no al pecador.

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