Cuando aumentan los bienes, aumentan los que se los comen: ¿y de qué les sirve a sus dueños que no los contemplen con los ojos?

Ver. 11. Cuando aumentan los bienes, aumentan los que se los comen. ] Criados, amigos, aduladores, hombres de zanja, jubilados y otros percheros que acudirán en masa a un rico, como los cuervos a un cadáver, no para defenderlo, sino para devorarlo. César murió en medio de sus amigos, cuyas ilimitadas esperanzas y expectativas no pudo satisfacer. El rey de España, si no fuera por la flota de las Indias Occidentales, nunca podría subsistir, aunque es, con mucho, el príncipe más grande de la cristiandad, da como lema Totus non sufficit orbis, y su imperio se ha extendido tanto que ha Puedo decir verdaderamente, Sol mihi semper lucet, El sol siempre brilla sobre mis dominios.

a La casa del duque de Baviera está tan acosada de frailes y jesuitas que, a pesar de la grandeza de sus ingresos, es muy pobre, ya que gasta toda su propiedad en esas moscas de carne papistas , esas inutiles et ribaldi (palabras de Lyra sobre este texto), tipos inútiles, innecesarios y obscenos. B

Guardando la contemplación de ellos con sus ojos.] Para un séquito tan grande, una familia tan numerosa; como Job, que tenía una casa muy grande, Job 1: 3 y Abraham, que tenía una mano experta en su familia, pero especialmente como Salomón, que tenía miles de sirvientes y trabajadores. A lo que puedo añadir la pomposa familia del cardenal Wolsey, que consta de un conde, nueve barones, caballeros y escuderos muchísimos, capellanes y otros sirvientes, además de sirvientes, de cama y comida, no menos de cuatrocientos.

O ver tanta riqueza y caer en ella; como solía hacer el emperador Calígula, contrectandae pecuniae cupidine incensus, amando manejar su dinero, caminar sobre él con los pies descalzos y revolcarse entre él con todo el cuerpo, como cuenta Suetonin. c Se dice lo mismo de Heliogábalo, quien también, además de lo que comió, se dice que se proveyó, en caso de que corriera peligro de ser sorprendido por sus enemigos, cabestros de seda para ahorcarse, estanques de agua dulce para ahogarse, venenos dorados para envenenarse, etc.

un Camden.

b Heylin.

c Toto corpore aliquandiu volutatus. - Sueton.

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