Cuando aumentan los bienes, aumentan los que se los comen El hecho es uno que ha saltado a la vista de los moralistas de todos los países. Una familia numerosa, numerosos sirvientes, estos no son más que muchos elementos de problemas. En el diálogo de Croesus y Solon (Herod. i. 32), aún más de cerca en el de Pheraulas y Sacian (citado por Ginsburg) en Jenofonte ( Cyrop . viii. 3, pp. 35 44), tenemos paralelos distintos.

Este último presenta un parecido tan sorprendente que vale la pena citarlo: "¿Crees tú, Saciano, que vivo con más placer cuanto más poseo... Por tener esta abundancia, gano solamente esto, que debo guardar más, distribuir más a otros, y tener la molestia de cuidar de más, porque una gran cantidad de domésticos ahora me exigen su comida, su bebida y su ropa… Cualquiera, por lo tanto, está muy complacido con la posesión de riquezas, puede estar seguro, siéntase muy molesto por el gasto de ellos ".

salvando la contemplación de ellos con sus ojos Así pinta Horacio al avaro:

"Congestis undique saccis

Indormis inhians, et tanquam parcere sacris

Cogeris, aut pictis tanquam gaudere tabellis".

"Insomne ​​miras tus bolsas amontonadas,

Y, sin embargo, te ves obligado a apartar tu mano de ellos,

Como si fueran demasiado sagrados para ser tocados,

O no fueron más que cuadros pintados para tus ojos".

sábado _ i. 1. 66.

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