El enemigo dijo: Perseguiré, alcanzaré, repartiré el botín; mi lujuria se satisfará con ellos; Sacaré mi espada, mi mano los destruirá.

Ver. 9. El enemigo dijo, lo haré. ] Dieron cuenta de que todo era suyo, pero pronto fueron refutados, al igual que Sísara y Senaquerib. Donde el comienzo de un negocio es confianza, el final es confusión.

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