Harás también una plancha de oro puro, y grabarás en ella, como grabaduras de sello, SANTIDAD AL SEÑOR.

Ver. 36. SANTIDAD AL SEÑOR. ] Por tanto, no le era lícito al sumo sacerdote, dicen los judíos, quitarse el sombrero a quienquiera que se encontrara, si nunca fuera un hombre tan grande; no sea que el nombre y la gloria de Dios, cuya persona él sostuvo, parezca someterse a ningún hombre.

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