Y cada uno tenía cuatro caras: la primera cara [era] la cara de un querubín, y la segunda cara [era] la cara de un hombre, y la tercera la cara de un león, y la cuarta la cara de un águila.

Ver. 14. El rostro de un querubín, ] es decir, Humana quidem, sed splendidissima, dice Junius: Facies pueri alati, dice otro. Hay quienes nos dicen que en la lengua siríaca, la palabra querubín se toma de una palabra que significa sacar el arado, que es el trabajo propio del becerro. Por lo tanto, debemos creer, dicen, que querubín significa propiamente la figura de un becerro, bajo el cual jeroglíficamente estaba representado un ángel. El rostro del predicador laborioso brillará una vez como el de un ángel.

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