Así fuiste adornado de oro y plata; y tu vestido era de lino fino y seda y bordado; comiste flor de harina, miel y aceite; y eras muy hermosa, y prosperaste en un reino.

Ver. 13. Así fuiste adornado de oro y plata. ] Sí, con mejores atuendos; porque ¿qué es el oro y la plata sino las tripas y la basura de la tierra? Se observó de la reina Isabel (como de su padre antes que ella), que le encantaba ir muy bien vestida. Su hermana, la reina María, tenía, en su coronación, la cabeza tan cargada de joyas que apenas podía sostenerla. El rey Ricardo II tenía una capa de oro y joyas valoradas en 30.000 marcos. Esto fue mucho, pero nada para la belleza y la valentía de la Iglesia, que sin embargo fue casi prestada, como se dice en el siguiente versículo.

Comiste harina fina y miel, ] es decir, lo mejor de lo mejor. Comiste de la grosura y bebiste del dulce de mis santas ordenanzas.

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