No obstante, me acordaré de mi pacto contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto eterno.

Ver. 60. No obstante, recordaré mi pacto. ] Aquí comienza la parte evangélica del capítulo, que es para el consuelo de los elegidos, quienes se asustarían al escuchar esas espantosas amenazas; como en una casa no podemos golpear a los perros pero los niños llorarán.

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