Y cuando hubieron predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia:

26 Y de allí navegaron a Antioquía, de donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que cumplían.

Ver. 26. Recomendado a la gracia de Dios ] Esto muestra que no se dedicaron a la obra con sus propias fuerzas, sino que dependieron totalmente de la gracia gratuita de Dios, qua nolentem praevenit ut velit, volentem subsequitur, ne frustra velit, dice el santo Agustín, quien fue un gran promotor de la gracia y un humillante de la naturaleza; como totalmente del espíritu de San Pablo, por lo que los papistas lo censuran duramente. (Stapleton, Sixt. Senens.)

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