Avergonzaos, oh Sidón; porque el mar ha hablado, [la] fortaleza del mar, diciendo: No hago dolores de parto, ni pariré hijos, ni criaré jóvenes, ni criaré vírgenes.

Ver. 4. Sé avergonzado, oh Sidón, ] sc., De Tiro, tu hija y cómplice.

Porque el mar ha hablado, la fuerza del mar. ] O, el puerto marítimo. Por el mar y el puerto debemos entender a Tiro, que se sentó en el mar, como ahora lo hace Venecia, y lo soberanó.

No hago dolores de parto, ni doy a luz hijos. ] No envío colonias, como a veces he hecho. Plinio dice de Tiro, Olim partu clara urbibus genitis, Lepti, Utica, Carthagine, etiam Gadibus extra orbem conditis. a Pero ahora había pasado esa hora del día con ella.

un Plin., lib. v. cap. 19.

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