Como [cuando] arde el fuego que se derrite, el fuego hace hervir las aguas, para dar a conocer tu nombre a tus adversarios, [y] las naciones temblarán ante tu presencia.

Ver. 2. Como cuando arde el fuego que se derrite. ] Así que los montes ardan y hiervan en tu presencia. Aristóteles un reporteth que desde la colina del Etna allí una vez corrió por un torrente de fuego, que consumió todas las casas alrededor de la misma. Lo mismo se registra del Vesubio y de Pietra Mala, una montaña en la parte más alta de los Apeninnes, que arde perpetuamente; así Hecla y Hogla, en Islandia.

a De Mundo, cap. 6.

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