¡Oh habitante del Líbano, que haces tu nido entre los cedros! ¡Cuán misericordioso serás cuando te sobrevengan dolores, dolor como de mujer de parto!

Ver. 23. Oh habitante del Líbano. ] Heb., Oh habitante, esto es, oh Jerusalén, que has encaramado a tus pies en lo alto, y te enorgulleces de tu fuerza y ​​tu majestuosidad.

¡Cuán misericordioso serás! ] ie, Cuán ridículo, cuando tus habitaciones elevadas y majestuosas en las que estás posado sean para ti como habitaciones de gemidos para las mujeres en dolores de parto.

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