Y los muertos del SEÑOR serán en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra: no serán lamentados, ni recogidos, ni enterrados; serán estiércol en la tierra.

Ver. 33. Y serán los muertos del Señor, etc. ] Los judíos esperan una destrucción tan total de los impíos en la venida de su Mesías, ya que de todas las personas bajo el cielo son las más aptas para trabajar en el paraíso de los tontos de un sublime hambriento, siendo ligeras, aéreas, fanáticas.

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