Aullad, pastores, y clamad; y revolcaos [en las cenizas], principal del rebaño: porque los días de vuestra matanza y de vuestra dispersión se han cumplido; y caeréis como vaso delicioso.

Ver. 34. Aullad, pastores. ] Ulular, voltear. Grita y rueda. Esto se les dice a los gobernadores y a los grandes; porque en las calamidades públicas los tales suelen sufrir más que los hombres más malos. Los corchos nadan, dice uno, cuando la caída se hunde. Si un árbol tiene ramas gruesas y grandes, está más abierto a podar.

Y caeréis como vaso agradable, ] es decir, irremediablemente. Como un vaso de cristal o un plato de porcelana que una vez roto no se puede volver a montar.

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