Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora; pero me seguirás después.

Ver. 36. ¿A dónde vas? ] Esa profunda presunción que había bebido de un reino terrenal, estaba tan pendiente de su luz, que no podía ver adónde estaba ascendiendo Cristo. Un pequeño platillo cerca de los ojos dificulta la vista de una enorme colina.

Pero tú me seguirás] Quizás en el mismo tipo de muerte; pero al cielo, ciertamente.

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