Maldecid a Meroz, dijo el ángel del SEÑOR, maldecid con amargura a sus habitantes; porque no acudieron en ayuda del SEÑOR, en ayuda del SEÑOR contra los valientes.

Ver. 23. Maldito seas Meroz. ] Tan eficaz fue esta maldición, que, así como la higuera maldita por nuestro Salvador se secó inmediatamente, esta ciudad Meroz ahora vive solo por la fama, no habiendo ninguna mención de ella en ninguna otra parte de la Escritura, en Jerónimo, Adricomio o cualquier otro. La neutralidad es sumamente odiosa para Jesucristo, el ángel aquí mencionado. Solon promulgó una ley según la cual nadie debería permanecer neutral.

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