Nuestros padres pecaron, y no lo son; y nosotros llevamos sus iniquidades.

Ver. 7. Nuestros padres han pecado y no lo son. ] Ellos recibieron su pago, pero no comparable al nuestro, quienes los han superado, y por lo tanto llevan justamente el castigo tanto de sus pecados como de los nuestros. Nobis foret iucundias semel emori, quam vitara invitara vivere.

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